PAREADO
(Del part. de parear.)
Estrofa formada por dos versos de igual o diferente medida que riman entre sí, normalmente en consonante. Los pareados de rima asonante aparecen en los refranes populares y en algunos textos antiguos. A veces, los pareados se unen para formar versos compuestos, como los alejandrinos de la Disputa del alma y el cuerpo, con rima en la cesura. Es una forma que se usa poco en la poesía lírica, es más propia de la didáctica, dramática, narrativa o epigramática. Sirve de base para otros poemas como el perqué, las aleluyas o la silva de consonantes y es aparece con frecuencia en el estribillo. También se denomina dístico o pareja. Según el tipo de verso que utiliza, el pareado puede dividirse en tres grupos:
-De versos de cortos (heptasílabos, octosílabos y eneasílabos): Tiene su origen en la poesía cortesana francesa y se cultiva, fundamentalmente en los siglos XII y XIII, en obras como el Misterio de los Reyes Magos o Razón de amor. Vuelve a aparecer durante el modernismo.
-De endecasílabos o endecasílabos y heptasílabos: Tienen su origen en la sirrima, estrofa final de la canción petrarquista y se utilizan hasta el romanticismo formando parte de alguna silva o en la literatura dramática.
-De alejandrinos: De origen francés, fue empleado por primera vez por Iriarte. Tuvo bastante predicamento en el modernismo, a partir de su utilización en Coloquios de los Centauros de Rubén Darío.
Tal estrella non es en cielo,
de esto soy yo buen estrellero;
Auto de los Reyes Magos.
En la isla en que detiene su esquife el argonauta
del inmortal Ensueño, donde la eterna pauta
de las eternas liras se escucha -Isla de oro
en que el tritón elige su caracol sonoro
y la sirena blanca va a ver el sol -un día
se oye un tropel vibrante de fuerza y de armonía.
Coloquio de los Centauros, RUBÉN DARÍO.